4ª Tutoría

LOS PROTAGONISTAS DE “LA CASA DE ATRÁS”.
Ana ha descrito a todos los protagonistas de la casa de atrás, señalando sus cualidades, tanto positivas como negativas, aunque a veces le costaba ver las positivas de algunas personas con las que convivía. No obstante, su carácter fue evolucionando y mejorando, hasta tal punto que fue viendo también cualidades positivas en los que antes criticaba. Señala las cualidades positivas y los defectos, así como el nombre de los protagonistas del diario. Coloca una foto de la página web de la Casa de Ana Frank y el nombre debajo de la foto (incluye también a Miep).
Personaje
Cualidades Positivas
Defectos





































































  ACTIVIDAD DE GRUPO: “EL PERSONAJE”
Cada alumno cogerá un folio y pondrá su nombre, a continuación lo pasará al alumno de su derecha, éste escribirá una cualidad del alumno cuyo nombre lleve la hoja y se lo pasará al siguiente, que hará lo mismo, cuando todas las hojas hayan pasado por cada uno de los alumnos o alumnas, se entregan las hojas al profesor/a. El profesor o profesora leerá las cualidades escritas en la hoja sin decir el nombre a quien pertenecen esas cualidades, los/as alumnos/as, deberán adivinar a quien pertenece la hoja. Después podrán dialogar sobre las cualidades que se aplican a cada uno/a. 
¡QUIERO SER ESCRITORA!...
Ana cuenta en su diario que quiere ser periodista y escritora. Afirma además que quiere publicar un libro “La casa de atrás” sobre sus experiencias en el “escondite”, con su diario como base… (de ahí que su padre publicara el diario).


Jueves, 11 de mayo de 1944
Querida Kitty:

Como me he dejado la «caja de chucherías» arriba, y por lo tanto también la pluma, y como no puedo molestar a los que duermen su siestecita (hasta las dos y media), tendrás que conformarte con una carta escrita a lápiz.
De momento tengo muchísimo que hacer, y por extraño que parezca, me falta el tiempo para liquidar la montaña de cosas que me esperan. ¿Quieres que te cuente en dos palabras todo lo que tengo que hacer? Pues bien, para mañana tengo que leer la primera parte de la biografía de Galileo Galilei, ya que hay que devolverla a la biblioteca. Empecé a leer ayer, y voy por la página 220. Como son 320 páginas en total, lo acabaré. La semana que viene tengo que leer Palestina en la encrucijada y la segunda parte de Galileo. Ayer también terminé de leer la primera parte de la biografía del emperador Carlos V y tengo que pasar a limpio urgentemente la cantidad de apuntes y genealogías que he extraído de ella. A continuación tengo tres páginas de vocablos extranjeros que tengo que leer en voz alta, apuntar y aprenderme de memoria, todos extraídos de los distintos libros. En cuarto lugar está mi colección de estrellas de cine, que están todas desordenadas y necesitan urgentemente que las ordene; pero puesto que tal ordenamiento tomaría varios días y que la profesora Ana, como ya se ha dicho, está de momento agobiada de trabajo, el caos por de pronto seguirá siendo un caos. Luego también Teseo, Edipo, Peleo, Orfeo, Jasón y Hércules están a la espera de un ordenamiento, ya que varias de sus proezas forman como una maraña de hilos de colores en mi cabeza; también Mirón y Fidias necesitan un tratamiento urgente, para evitar que se conviertan en una masa informe. Lo mismo es aplicable, por ejemplo, a las guerras de los Siete y de los Nueve Años: llega un momento en que empiezo a mezclarlo todo. ¿Qué voy a hacer con una memoria así? ¡Imagínate lo olvidadiza que me volveré cuando tenga ochenta años! ¡Ah, otra cosa! La Biblia. ¿Cuánto faltará para que me encuentre con la historia del baño de Susana? ¿Y qué querrán decir con aquello de la culpa de Sodoma y Gomorra? ¡Ay, todavía quedan tantas preguntas y tanto por aprender! Y mientras tanto, a Liselotte von der Pfalz la tengo totalmente abandonada. Kitty, ¿ves que la cabeza me da vueltas? Ahora otro tema: hace mucho que sabes que mi mayor deseo es llegar a ser periodista y más tarde una escritora famosa. Habrá que ver si algún día podré llevar a cabo este delirio (¿!) de grandeza, pero temas hasta ahora no me faltan. De todos modos, cuando acabe la guerra quisiera publicar un libro titulado La casa de atrás; aún está por ver si resulta, pero mi diario podrá servir de base.
También tengo que terminar La vida de Cady. He pensado que en la continuación del relato, Cady vuelve a casa tras la cura en el sanatorio y empieza a cartearse con Hans. Eso es en 1941. Al poco tiempo se da cuenta de que Hans tiene simpatías nacionalsocialistas, y como Cady está muy preocupada por la suerte de los judíos y la de su amiga Marianne, se produce entre ellos un alejamiento. Rompen después de un encuentro en el que primero se reconcilian, pero después del cual Hans conoce a otra chica. Cady está hecha polvo y, para dedicarse a algo bueno, decide hacerse enfermera. Cuando acaba sus estudios de enfermera, se marcha a Suiza por recomendación de unos amigos de su padre, para aceptar un puesto en un sanatorio para enfermos de pulmón. Sus primeras vacaciones allí las pasa a orillas del lago de cómo, donde se topa con Hans por casualidad. Este le cuenta que dos años antes se casó con la sucesora de Cady, pero que su mujer se ha quitado la vida a raíz de un ataque de depresión. A su lado, Hans se ha dado cuenta de lo mucho que ama a la pequeña Cady, y ahora vuelve a pedir su mano. Cady se niega, aunque sigue amándolo igual que antes, a pesar suyo, pero su orgullo se interpone entre ellos. Después de esto, Hans se marcha, y años más tarde Cady se entera de que ha ido a parar a Inglaterra, donde cae bastante enfermo. La propia Cady se casa a los veintisiete años con Simón, un hombre acaudalado ajeno a todo lo ocurrido. Empieza a quererlo mucho, pero nunca tanto como a Hans. Tiene dos hijas mujeres, Lilian y Judith, y un varón, Naco. Simón y ella son felices, pero en los pensamientos ocultos de Cady siempre sigue estando Hans. Hasta que una noche sueña
con él y se despide de él. No son tonterías sentimentales, porque el relato incluye en parte la historia de papá.
Tu Ana M. Frank

1. ¿Has pensado ya lo que quieres ser tu, cuando seas mayor? Explícalo.

2. ¿Qué tienes que hacer ahora para prepararte el futuro que deseas?

Ana siente el peligro de la guerra y la desesperanza a su alrededor, pero nunca pierde la esperanza… No te pierdas sus palabras. Son impresionantes, refleja sus ideales y esperanzas, aunque es consciente de cómo está el mundo “afuera”… casi tiene una premonición de su destino… comparte el dolor de millones de personas, pero siempre mira al cielo y tiene esperanza, esperanza de que la guerra termine y la paz vuelva al mundo. El 21 de julio cree que todo va a ir mejor, ya que han atentado contra Hitler…
En la película hemos leído que Ana tenía un buen sistema para no desesperar cuando las cosas iban mal, era un sistema diferente del de su madre, Edith. 

1. ¿Cuál era el truco de Ana para no desesperar ante los problemas? 

2. ¿En qué se diferenciaba del de su madre? 

3. ¿Crees que el tener sueños e ideales ayuda a superar el encierro y posteriormente le ayudó a superar las penalidades de los campos de concentración?

Lee con atención, lo que escribe Ana sobre la adolescente moderna.

Sábado, 15 de julio de 1944

Querida Kitty:

De la biblioteca nos han traído un libro con un título muy provocativo: ¿Qué opina usted de la adolescente moderna? Sobre este tema quisiera hablar hoy contigo.
La autora critica de arriba abajo a los «jóvenes de hoy en día»; sin embargo, no los rechaza totalmente a todos como si no fueran capaces de hacer nada bueno. Al contrario, más bien opina que si los jóvenes quisieran, podrían construir un gran mundo mejor y más bonito, pero que al ocuparse de cosas superficiales, no reparan en lo esencialmente bello. En algunos momentos de la lectura me dio la sensación de que la autora se refería a mí con sus censuras, y por eso ahora por fin quisiera mostrarte cómo soy realmente por dentro y defenderme de este ataque.
Tengo una cualidad que sobresale mucho y que a todo aquel que me conoce desde algún tiempo tiene que llamarle la atención, y es el conocimiento de mí misma. Sin ningún prejuicio y con una bolsa llena de disculpas me planto frente a la Ana de todos los días y observo lo que hace bien y lo que hace mal. Esa conciencia de mí misma nunca me abandona y en seguida después de pronunciar cualquier palabra sé: esto lo tendrías que haber dicho de otra forma, o: esto está bien dicho. Me condeno a mí misma en miles de cosas y me doy cuenta cada vez más de lo acertadas que son las palabras de papá, cuando dice que cada niño debe educarse a sí mismo. Los padres tan sólo pueden dar consejos o recomendaciones, pero en definitiva la formación del carácter de uno está en sus propias manos. A esto hay que añadir que poseo una enorme valentía de vivir, me siento siempre tan fuerte y capaz de aguantar, tan libre y tan joven... La primera vez que me di cuenta de ello me puse contenta, porque no pienso doblegarme tan pronto a los golpes que a todos nos toca recibir.
Pero de estas cosas ya te he hablado tantas veces, prefiero tocar el tema de «papá y mamá no me comprenden». Mis padres siempre me han mimado mucho, han sido siempre muy buenos conmigo, me han defendido ante los ataques de los de arriba y han hecho todo lo que estaba a su alcance. Sin embargo, durante mucho tiempo me he sentido terriblemente sola, excluida, abandonada, incomprendida. Papá intentó hacer de todo para moderar mi rebeldía, pero sin resultado. Yo misma me he curado, haciéndome ver a mí misma lo errado de mis actos.
¿Cómo es posible que papá nunca me haya apoyado en mi lucha, que se haya equivocado de medio a medio cuando quiso tenderme una mano? Papá ha empleado métodos desacertados, siempre me ha hablado como a una niña que tiene que pasar por una infancia difícil. Suena extraño, porque nadie ha confiado siempre en mí más que papá y nadie me ha dado la sensación de ser una chica sensata más que papá. Pero hay una cosa inmaculados germanos se maten entre ellos, así a los rusos y los ingleses les queda menos trabajo por hacer y pueden empezar antes a reconstruir las ciudades de sus propios países.
Pero todavía falta para eso, y no quisiera adelantarme a esos gloriosos acontecimientos. Sin embargo, te darás cuenta de que lo que digo es la pura verdad y nada más que la verdad. A modo de excepción, por una vez dejo de darte la lata con mis charlas sobre nobles ideales.
Además, Hitler ha sido tan amable de comunicarle a su leal y querido pueblo que, a partir de hoy, todos los militares tienen que obedecer las órdenes de la Gestapo y que todo soldado que sepa que su comandante ha tenido participación en el cobarde y miserable atentado, tiene permiso de meterle un balazo.
¡Menudo cirio se va a armar! Imagínate que a Pepito de los Palotes le duelan los pies de tanto caminar, y su jefe el oficial le grita. Pepito coge su escopeta y exclama: «Tú querías matar al Führer, ¡aquí tienes tu merecido!» Le pega un tiro y el jefe mandón que ha osado regañar a Pepito, pasa a mejor vida (¿o a mejor muerte?). Al final, el asunto va a ser que los señores oficiales van a hacérselo encima de miedo cuando se topen con un soldado o cuando tengan que impartir órdenes en alguna parte, porque los soldados tendrán más autoridad y poder que ellos.
¿Me sigues, o me he ido por las ramas? No lo puedo remediar, estoy demasiado contenta como para ser coherente, si pienso en que tal vez en octubre ya podré ocupar nuevamente mi lugar en las aulas! ¡Ayayay!, ¿acaso no acabo de decir que no me quiero precipitar? Perdóname, no por nada tengo fama de ser un manojo de contradicciones... 
Tu Ana M. Frank

1. Escribe una carta a Ana expresándole tus sentimientos al leer fragmentos de su diario y lo que te ha aportado ver la película. (Hazlo en hoja aparte)

2. Actividades creativas: Cambia el final de la historia de Ana. Supera la enfermedad y sobrevive en Bergen Belsen hasta la llegada del ejército que libera el campo (máximo dos folios). 

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